viernes, 18 de febrero de 2011

Imágenes para el III Centenario de Ingenieros

El pasado14 de diciembre se presentó en el Palacio de Buenavista, sede del Cuartel General del Ejército, en Madrid, el calendario del 2011 con el que el Departamento de Comunicación del Ejército ha puesto imagen a la conmemoración de los 300 años del Arma de Ingenieros.


El calendario, obra del artista valenciano Francisco Santana, recoge la historia de los ingenieros militares a través de sus tradiciones y gestas desde su creación en 1711 hasta el siglo XXI. Lo componen 12 cuadros en los que el autor ha empleado una técnica mixta (lápices, acrílicos, etc.) utilizándo el "collage" para ensamblar las piezas que componen cada imagen. En palabras de su autor: "Así he pretendido acentuar el contraste entre las imágenes de estilo clásico y una estructura mucho más moderna y desenfadada"


Además del calendario, para la ocasión se ha publicado un libro, titulado "Abriendo camino", que recoge las palabras del teniente general Agustín Quesada, quien narra los más importantes hitos históricos del Arma durante sus tres siglos de existencia, y que se acompañan con las ilustraciones que el pintor ha creado para cada mes del año.


Paco Santana, nacido en Picassent (Valencia) en 1956, es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia. Ha sido discípulo de Antonio Saura en el Circulo de Bellas Artes de Madrid, realizando en Varsovia, estudios sobre las vanguardias en los paises del Este, para acabar viajando por toda Europa tras las corrientes vanguardistas más importantes.

En la actualidad realiza exposiciones regulares de ámbito nacional, compaginando la pintura con la ilustración y el diseño arquitectónico. Es también jurado, en la modalidad de pintura, de los Premios Ejército.


En la página web del Ejército de Tierra, se puede ver un interesante vídeo con explicaciones de los autores, e imágenes del proceso de creación de los cuadros.

viernes, 11 de febrero de 2011

Las Navas de Tolosa

A cinco kilómetros de Santa Elena el pueblo más septentrional de la provincia de Jaén, junto al paso de Despeñaperros, existe un paraje donde los restos de armas antiguas son tan abundantes que durante siglos han surtido a los labriegos de la comarca del hierro necesario para la fabricación de sus herramientas. Es el campo de batalla de las Navas de Tolosa.”


La conclusión del último diorama coral del grupo “Los alegres Turlurones”, representando la entonación del “Te Deum Laudamus” al final del combate de Las Navas -basado en las ilustraciones de Ángel García Pinto- me ha dado pie esta semana a tratar, desde un punto de vista artístico, la batalla más importante y que más influyó en la llamada “Reconquista”.


Históricamente, la batalla de las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212) supuso la entrada de los cristianos en el corazón de Al-Andalus conquistando poco después todo el valle del Guadalquivir. La victoria de los cristianos aliados (castellanos, navarros, aragoneses y franceses) contribuiría al derrumbe del imperio almohade y a la rebelión de los andaluces para liberarse de ellos, con lo que la desunión musulmana facilitaría aún más la conquista castellana.


Las Navas de Tolosa por Francisco de Paula Van Halen

La representación de la batalla de las Navas de Tolosa en el arte, salvando su inclusión en las miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio (1284), ha quedado limitada fundamentalmente a los pintores historicistas del siglo XIX.

Es en ese siglo, de la mano del movimiento Romántico y el Realismo, cuando cobra especial protagonismo la pintura de historia. El motivo se encuentra en el despertar de los nacionalismos en Europa, siendo reflejo en nuestro país, la búsqueda histórica de los orígenes nacionales en forma de cuadros grandilocuentes donde plasmar momentos históricos importantes, hazañas o victorias militares.


El Triunfo de Santa Cruz en la batalla de las Navas de Tolosa de Marceliano Santa María

Posiblemente, de todas las obras que hacen referencia a la batalla, la más importante sea la pintada en 1864 por Francisco de Paula Van Halen (1810-1887), la cual, aunque perteneciente al Museo del Prado, se haya depositada desde 1879 en el Palacio del Senado en Madrid.

El Triunfo de Santa Cruz en la batalla de las Navas de Tolosa de Marceliano Santa María (1866-1952), fechada en 1892, es otra de las más conocidas. Su ubicación actual es el Museo Marceliano Santa María en Burgos.


El Palacio del Gobierno de Navarra en Pamplona acoge dos representaciones de la batalla: un lienzo pintado en 1864 por Francisco Aznar (1831-1911), y un impresionante tapiz realizado en 1950 por Vicente Pascual en base al diseño del pintor Ramón Stolz. También en Navarra, un poco más al norte, en Roncesvalles, los peregrinos que visitan la Colegiata de Santa María pueden admirar la preciosa vidriera que recoge el momento en que el rey Sancho VII el Fuerte asalta las cadenas que protegen al califa Miramamolín.


Batalla de las Navas de Tolosa por Víctor Morelli


Las Navas de Tolosa por Horace Vernet. Versalles

Otros artistas de la época como Antonio Casanova y Estorach (1847-1896), Víctor Morelli (1860-1936) o el francés Horace Vernet (1789-1863) también dejaron su personal interpretación de Las Navas de Tolosa.


Para acabar, me gustaría recomendar la visita del Museo de la batalla de Las Navas de Tolosa, un estupendo y moderno espacio expositivo a los pies de Despeñaperros, que invita al visitante a evocar aquella trascendental contienda.

viernes, 4 de febrero de 2011

La colección Vinkhuijzen

La Biblioteca Pública de Nueva York posee una de mayores colecciones de grabados de uniformes militares del mundo. Legados del médico holandés Hendrick Jacobus Vinkhuijzen (1843-1910), la colección consta de más de 32.000 ilustraciones de infinidad de fuentes, montadas en 762 álbumes, los cuales, hoy en día, podemos visualizar digitalmente.


El doctor Vinkhuijzen llevó una agitada vida, ligada muy a menudo a ambientes militares, empezando a desempeñar su profesión en el Real Cuerpo de Tiradores del ejército holandés en La Haya, para posteriormente servir en Francia en una ambulancia de la recién fundada Cruz Roja durante la guerra Franco-Prusiana (1870-1871). Viajó a Rusia, donde permaneció en Moscú estudiando remedios contra la peste, y finalmente acabó su carrera profesional siendo el médico oficial de la corte del príncipe Alejandro de Holanda.



Gran coleccionista, Vinkhuijzen dedicó su vida a recopilar ilustraciones y grabados de uniformes militares de ejércitos de todo el mundo, con una calidad estética muy variada. En su colección se pueden encontrar ilustraciones de libros de corte costumbrista del siglo XVII junto con cromolitografías del siglo XIX, acuarelas originales de cierto mérito artístico, dibujos a lápiz, e incluso fotografías ocasionales. El color de algunas de las imágenes impresas en blanco y negro es obra suya, al igual que el de algunas de las acuarelas sin firma.



En lo referente al ejército español, el médico holandés reunió 1400 ilustraciones, disponiéndolas en 34 carpetas que abarcan la uniformidad desde el año 500 a 1900. Las fuentes son de lo más diverso, encontrando láminas del conde de Clonard para álbumes de infantería y caballería, grabados de Daniel Vierge, ilustraciones de Jiménez y Villegas, dibujos coloreados de los Álbumes de las tropas carlistas del Norte y del Ejército de Cabrera, entre otras muchas cosas más, todo ello mezclado con infinidad ilustraciones de autores alemanes y franceses (Knotel, Eriz, etc.).


Vinkhuijzen organizó su colección como dibujos sueltos en cajas, de acuerdo con su propio sistema de clasificación, ósea por país y período de tiempo; esta organización es la que se mantiene para navegar por la colección digital de la New York Public Library, de la que, en su referencia al ejército español, aquí os dejo el enlace.

http://digitalgallery.nypl.org/nypldigital/dgtitle_tree.cfm?title_id=614973&level=2&tword