Al cumplirse el bicentenario de su fallecimiento, la fortaleza que vio como se consumían sus últimos días, es hoy testigo mudo del homenaje de un pueblo y unas instituciones hacia quien dio su vida defendiendo su patria y la libertad de sus gentes.
Para la exposición “Álvarez de Castro y su tiempo” –que en la actualidad y hasta el 18 de Junio se puede ver en el castillo de Figueres-, se ha conjugado algo difícil de ver en nuestros días, como es la colaboración entre el Ministerio de Defensa mediante la Subdirección General de Patrimonio Histórico-Artístico, y el Museo del Prado dependiente del Ministerio de Cultura.
Dicha colaboración se resume en la restauración de dos obras maestras de la pintura histórica del siglo XIX, como son “el gran día de Gerona” de César Álvarez Dumont y “el cadáver de Álvarez de Castro” de Tomás Muñoz Lucena, pinturas “estrellas” de la exposición, y que se encontraban en los almacenes de la pinacoteca nacional bastante deteriorados.
La restauración de dichas pinturas ha sido llevada a cabo en Real Fabrica de Tapices de Madrid, donde un equipo de expertos han estado trabajando durante cuatro meses para devolverles su antiguo esplendor.
Además de la perdida de pintura y el deterioro de los barnices de los lienzos, la mayor parte del daño fue producido porque en algún momento de su almacenamiento fueron doblados como si fueran sabanas, lo que provocó las perdidas de pintura en las dobleces.
A la dificultad de trabajar con lienzos de grandes dimensiones –ambas superan los 3m x 3m-, se suma la de reparar las telas, fijarlas a los bastidores y tensar los lienzos, algo que el equipo de restauradores han superado con éxito.
Además de la perdida de pintura y el deterioro de los barnices de los lienzos, la mayor parte del daño fue producido porque en algún momento de su almacenamiento fueron doblados como si fueran sabanas, lo que provocó las perdidas de pintura en las dobleces.
A la dificultad de trabajar con lienzos de grandes dimensiones –ambas superan los 3m x 3m-, se suma la de reparar las telas, fijarlas a los bastidores y tensar los lienzos, algo que el equipo de restauradores han superado con éxito.
Junto con estos dos cuadros, el visitante que se acerque a Figueres podrá ver distintas piezas y materiales de la época, provenientes del Museo Naval de Madrid, Museo del Ejército o de la Capitanía General de Barcelona, efectos personales de Álvarez de Castro aportados por descendientes directos, otros cuadros entre los que destacar varias obras de Augusto Ferrer-Dalmau, miniaturas militares de la asociación “El Baluard” de Girona, esculturas de Miguel Ángel Galeote, o diversos videos explicativos con efecto 3D creados para la ocasión.
5 comentarios:
Bonita actualización Luis.
Tengo pendiente para el mes que viene pasar unos días en Figueras.
Aprovechare para visitar el castillo de San Fernando, como la casa museo Gaudi. Ya comentare la experiencia. Gracias por el aporte histórico cultural.
Saludos.
Ferran Sanchez
Gracias Ferran, espero con ganas ese comentario.
Tengo entendido que parte (si no todo) de los fondos del Museo Militar de Montjuic en Barcelona (incluidas las miniaturas), van a ser instalados en el Castillo de Figueres.
Ya nos contarás.
Un saludo
Cuenta con ello, Luis.
Un saludo
Girona en catalán. En castellano, Gerona. Y por favor, ahórrese la intentona de la "oficialidad". Es una perdida de tiempo y un absurdo lógico:
-El lenguaje esta fuera de los poderes del Estado, aunque este pretenda lo contrario.
-El lenguaje preexiste al Estado.
-El castellano tiene su propio vocabulario, como toda lengua. Madrid en eusquera es Madril. Basta de estupideces de inspiracion separatista.
Una calurosa felicitación por su magnífico sitio. Verdaderamente impresionante.
P.S.: como Figueres es Figueras, claro.
Completamente de acuerdo con "De Pasada". En castellano es Gerona y Figueras. En catalán, Girona y Figueres. Respeto para todos y reciprocidad.
Publicar un comentario