viernes, 17 de febrero de 2012

Román Navarro y su época

Aunque en su día ya se habló en este espacio de la vida y obra del gallego Román Navarro y García de Vinuesa, hoy vuelvo a retomar su trayectoria como artista plástico, gracias a la aparición de varias pinturas de corte militar -casi todas en manos de colecciones privadas o pequeños museos provinciales- aportando, si cabe, más datos sobre este interesante pintor y el momento en que le tocó vivir.


La época en que Román Navarro empieza a desarrollar su actividad como pintor, es considerada como una encrucijada de estilos artísticos. El movimiento Romántico se encuentra en plena decadencia, mientras que estilos con el Realismo empiezan a florecer.


Destaca en Galicia a partir de los años sesenta del s.XIX, el asturiano Dionisio Fierros quien llega con el bagaje artístico adquirido en la Academia de San Fernando. Sería uno de los portadores de la influencia de los hermanos Madrazo en la pintura gallega, en especial en el retrato, sembrando con cierto éxito el gusto por escenas costumbristas y tipos populares.


Se vive un cierto eclecticismo que habrían de resolver los pintores nacidos, como Navarro, en la década de 1850, abriendo puertas al movimiento realista. Como un espejismo llega la influencia del realismo francés, y con ella, el cuadro de historia. Los pintores españoles contemplan esta tendencia con ojos puestos en el pasado, en hechos sacados del género literario. En Galicia, por ejemplo, artistas como Modesto Broncos o Víctor Morelli abrazan esta tendencia, mientras que Navarro la reinterpreta a su manera.


Para los pintores franceses, partiendo del propio David, el cuadro de historia, además de instituirse en testimonio plástico de un acontecer, pone de manifiesto un nuevo sentimiento de energía. Aquí el ejemplo puede cifrarse en el realismo épico de las grandes páginas napoleónicas.

Con este nuevo sentimiento, en el cual se conjuga fuerza moral y física, asoma el caballo. Y con él, el hombre cabalgando.


Román Navarro es oficial de caballería cuando siente la pasión de la pintura. Al imponer las obligaciones militares el abandono de su La Coruña natal, se decide de manera radical por la pintura. Aunque no es ciertamente atractivo el panorama artístico en la ciudad gallega, instituciones como la Escuela de Bellas Artes la dotan de un soplo de aire fresco. Es en esta escuela donde entró Navarro como ayudante del Aula de Dibujo de Figuras y Adorno, para, después de los años ser nombrado director de la misma. Desde ese puesto, como profesor en colegios privados y desde su estudio de pintor en la calle Sánchez Bregua, sería maestro de varias generaciones de pintores tan destacados como Arturo Souto, Francisco Llorens, Luis Mosquera, Víctor Morelli, Nuñez Carnicer o Javier Ozores, entre otros.


Román Navarro cultivaría como pintor diversos géneros, por lo que sería injusto encasillarlo exclusivamente en los de corte militar. Bien es cierto que su condición de tal, influiría en su decisión de pintar con apasionamiento escenas de soldados de caballería.

2 comentarios:

JorgeFS dijo...

Interesante entrada, Luis. Este Navarro se me da un cierto aire a Cusachs. Tal vez sea el estilo de la época, pero hay como un cierto aire de familia en algunos de los pintores de finales de ese XIX.

Edorta dijo...

Yo personalmente, veo su estilo algo impresionista, la pincelada se ve bastante libre, con un notable dominio del dibujo. La acuarela me parece preciosa.