Tras el gran éxito de la exposición "Ferrer-Dalmau y el legado de Cusachs: Dos pintores catalanes para un Ejercito", que tuvo lugar el pasado mes de junio en el Palacio de Capitanía General de Barcelona, y del que en este espacio dimos buena cuenta, el Estado Mayor del Ejercito ha querido repetir la propuesta, en esta ocasión, en Madrid.
Con el título “Ferrer-Dalmau y la estela de Cusachs: Estampas de un ejército, de Barcelona a Madrid” la exposición inaugurada el 6 de octubre en Palacio de los Consejos (sede de la Capitanía General de Madrid), recoge, dispuestas alrededor del Salón del Trono, una pequeña pero selecta colección de obras de ambos pintores catalanes.
A estas alturas, nadie pone en duda el hecho de que Augusto Ferrer-Dalmau es el heredero natural de Cusachs. Como él, toma al caballo como protagonista de sus lienzos, no desmereciendo técnicamente de su paisano en nada. Ambos transpiran el amor por el ejército en sus cuadros, pero, a mi parecer, Ferrer-Dalmau va más lejos, ya que domina el paisaje -algo que a Cusachs siempre le costo- y la figura en movimiento, seña de identidad de su obra, al contrario de Cusachs, quien gustó siempre de composiciones tranquilas y fondos difuminados.
Como Cusachs, Ferrer-Dalmau va a contracorriente. Si el primero fue deliberadamente excluido de los principales movimientos artísticos de la época, por no seguir las pautas del impresionismo o del modernismo catalán; el segundo aparcó el paisajismo y la pintura hiperrealista por su autentica pasión: la pintura histórica y militar, en una época de desapego hacia todo lo que implica soldado, patria o bandera.
La muestra recoge de Josep Cusachs, además de los fondos de la Capitanía General de Barcelona, varias obras de coleccionistas particulares amablemente cedidas para la ocasión, destacando por lo original el retrato de un dragón pintado en la piel de un tambor.
Ferrer-Dalmau, por su parte, expone antiguas obras mezcladas con alguno de sus últimos trabajos, como: "La gesta de los zapadores", o en especial "Rocroi, el último tercio", obra encargada por el escritor y académico Arturo Pérez Reverte y que ha supuesto el desafío más ambicioso con que se ha enfrentado el artista. La pintura, en la que destaca su gran tamaño y el grado de detalle de las figuras representadas, está plagada de guiños (¿alguien ha descubierto ya al actor Viggo Mortensen?) y anécdotas, recreando una escena de los últimos momentos de la mencionada batalla, que se libró en 1643, en el contexto de la Guerra de los Treinta Años.
La exposición permanecerá abierta al público desde el 6 de octubre hasta el 30 del mismo mes, en horario de mañana y tarde.
14 comentarios:
Dos grandes pintores a los que ya vamos conociendo bastante bien. Casi íntimamente, sobre todo después de haber plasmado en miniatura alguna de sus magníficas obras. Seguramente una magnífica exposición.
Recomiendo la exposición, que yo he tenido la suerte de ver ya. Coincido con Luis en que a mi modesto juicio la técnica de Augusto lo compara con Detaille o Neuville. Sorprende observar sus detalles en milímetros y contrasta con lo indefinido de la obra de Cusachs vista a veinte centímetros. Cuadros hay expuestos de Cusachs que tienen la figura central con la cara desdibujada, donde sólo se aprecia una mancha color carne y un trazo negro que perfila la nariz; sin embargo este trazo en Cusachs es espectacular y casi impresionista, porque la cara, la figura y el cuadro es colosal pese a esa indefinición.
Ha sido un acierto del Ministerio promover esta exposición que espero vaya completándose con una próxima....
Enhorabuena pues a Defensa, a Augusto y a tí, Luis, por traerlo a estas páginas con el acierto de las fotos escogidas, como la de ese tambor.
Creo que no exagero al decir, después de ver el cuadro de Dalmau,"Rocroi, el último tercio", que hay dos cuadros de "las lanzas" en la historia de la pintura española.
Yo diría que Vigo es el primero de la derecha, con el sombrero calado,
Bravo Edorta !!! ......Ahora a ver si encuentras a Pérez Reverte !!...que también está.
Gracias por los comentarios, amigos.
Yo no he tenido el placer de verla, pero he oido que esta muy bien. Que mas se puede decir de esto pintores, yo creo que las obras hablan por si solas, y en concreto las de Augusto que dia a dia nos va sorprendiendo con cosas mas espectaculares y de mayor calidad si cabe.
Esperemos que este tipo de exposiciones sean mas abundantes o por lo menos itinerantes.
Un saludo.
Esto parece encontrad a... Yo diría que Arturo es el tercer soldado, con barba algo canosa y sombrero, detrás del capitán que figura en el centro del cuadro que viste media armadura y casco.
Me encanta este cuadro, y toda la obra de Ferrer Dalmau.
La obra en si le falta dinamismo,inexpresivo y carente de emotividad en sus personajes ,a pesar de la violenta escena a la cual se pretende representar.
También se puede observar la descompensada composición del cuadro en su mitad derecha ,dando una excesiva carga y un sobre peso en personajes que desvirtúa su planteamiento .
En este caso el autor puede presumir de un pronunciado alarde de trabajo arduo en números de personajes y en detalles,que es lo mas destacable de esta obra.
Florencia farias martin.
Licenciada en bellas artes :
Universidad de la plata (Buenos aires)
¿licenciado en bellas artes?
¿opinando de un cuadro sin ver la obra al natural, basándose en fotos?
¿y viene usted dese tan lejos para decir esto?
¿y anónimo?
...Ya..
permitame que le diga, que lo importante en una obra es lo que trasmite, y esta lo hace por todos sus poros, aparte de tener una solida técnica ,que la tiene
...usted no es quien dice ser...
Distinguido anónimo: permítame que disienta de su “docta opinión”. No soy experto en bellas artes, pero he visto muchos cuadros y leído algo sobre técnicas pictóricas. Observo que proviene usted del cono sur del hemisferio idem y tal vez se olvidó de la Técnica de Perspectiva Cónica” (le mando un enlace a wikipedia):
http://es.wikipedia.org/wiki/Perspectiva
Esta técnica le puede explica el cuadro a nivel de experto. Pero en fin, todo es cuestión de gustos.
Yo hablo de sentimientos de heroísmo, de la milicia, de cómo Ferrer Dalmau pinta batallas y hombres, que en este cuadro no son una acumulación de trazos, sino algo más; pero no me extiendo, porque mejor que yo escribe Pérez Reverte. A sus comentarios me remito.
Ratifico que a mí el cuadro me gusta; mas que gustarme, ¡me pone los pelos de punta y extrae de mi alma sentimientos de nobleza!
Saludos desde Sevilla
Estimado anónimo:
¿La licenciatura la ha obtenido a distancia? Pero hombre (perdón, mujer), para eso está la UNED. No es necesario cruzar el charco para seguir con su enfermiza obsesión con Augusto Ferrer-Dalmau. Disfrute de su vida, que seguro que algo tiene de interesante.
En mi modesta opinión el cuadro representa muy bien a un puñado de hombres acorralados, que saben que van a morir pero que aún así no se rinden.
Desde el punto de vista visual, yo me atrevería a decir que tanto la composición como la perspectiva del conjunto crean un efecto panorámico, casi cinematográfico, trasladando el efecto de dinamismo hacia el espectador, como si fuera uno mismo quien se desplaza a través del cuadro al observarlo.
QUERIDA ANONIMA:
LA SUPLATACION DE UNA IDENTIDAD ES UNA ENFERMEDAD O UN DELITO.
IGNORABA QUE EN TREMP SE DIERA UNA DIERA UNA LINCENCIATURA EN BELLAS ARTES...
Estimada Florencia, gracias por su comentario y su opinión, aunque yo disienta de ella.
Yo soy licenciado en bellas artes como Vd., y no creo que el cuadro esté para nada descompensado. Igualmente pienso al respecto a los rostros, los cuales -siempre a mi juicio- reflejan maravillosamente la tensa espera de un grupo de soldados sabedores de su fatídico final.
Estamos de acuerdo en cuanto a los infinitos detalles. Yo he tenido el placer de verlo in situ, y realmente esto último es espectacular.
Le animo a leer este fin de semana el articulo de Arturo Pérez Reverte en "El Semanal", le aclarara alguna duda.
Insisto, gracias por el comentario.
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